EL INCENDIO DE VALENCIA: NUEVOS MATERIALES, NUEVOS PROBLEMAS


O cuando la Administración, obcecada con la eficiencia energética y las nuevas tecnologías pierde interés por la seguridad de los edificios (que debería ser lo más importante).


Paneles de polietileno + fachada ventilada = Riesgo de incendio severo

El conocido con el nombre común "alucobond" por una de las marcas registradas que tiene ALUCOBOND(r), es un tipo de panel ligero con revestimiento de aluminio, que podemos encontrar fácilmente en cualquier almacén de la Construcción. Fue inicialmente inventado para carteles y señales pero está siendo ampliamente utilizado para las “fachadas ventiladas” en edificios modernos. El riesgo de su utilización ya era evidente y lo advertimos en este blog a raíz del incendio de Londres en 2017, pero nadie quiere hacer caso "en la ola" de la modernidad y de la eficiencia energética que reparte subvenciones y da votos.

Se conoce también por sus marcas registradas Alubond(r), Alupanel(r), Dibond(r) y otras. Está formado por dos finas chapas de aluminio de 0,5 mm de espesor y entre ambas un alma de 3 ó 4 mm de pástico que da rigidez para formar un panel “sándwich”. Es ligero, limpio, atractivo, moderno, con una gran gama de colores y fácilmente mecanizable para la construcción prefabricada.

¿Cuál es el problema?

Que el polietileno interior es inflamable, pero aún así ha pasado todos los filtros legales para su fabricación y comercialización en la industria de la construcción porque “en teoría” (y sólo en teoría) cumple las normas, por estar revestido por materiales que lo protegen del fuego. Y es que en teoría está protegido (porque está revestido en todas sus "superficies") pero no puede estar revestido en sus finos CANTOS por el proceso de fabricación (corte y mecanizado). Y por el CANTO empezó todo.


En el “canto” está la clave.

En teoría es raro que alguien o algo prenda un canto de sólo unos milímetros de un panel de este tipo en la fachada de un edificio, pero puede ocurrir. Y cuando pasa (hubo un primer caso en un edificio en Londres hace 6 años), pasa lo que hemos visto este 22 de febrero en Valencia: que la fachada empieza a arder, el incendio se propaga rápidamente tanto en altura como hacia abajo y no existe forma técnica de pararlo, con el resultado en pérdidas humanas y materiales que ya todo el mundo conoce.

Ahora vendrá la discusión de brocha gorda sobre la Construcción y la especulación, los responsables políticos consultarán nerviosos las fechas del edificio y la licencia para ver si pueden echar la culpa al adversario político, y se discutirá sobre si se cumplen o no las normas existentes en la Construcción (un mundo en el que la única ley que se cumple siempre es la "Ley de la Gravedad"). Pero vayamos a la clave certera del asunto y aportemos información objetiva:




EL PANEL TIENE UN ESPESOR TOTAL DE ENTRE 3 y 5 MILÍMETROS (SEGÚN LOS MODELOS)
SUMANDO LAS DOS CHAPAS DE ALUMINIO Y EL ALMA INTERIOR DE POLIETILENO


Nuevas tecnologías implican nuevos problemas sin resolver.

La Arquitectura es el poso de miles de años de experiencias, los materiales y sistemas que empleamos han sido probados experimentalmente en tantos casos como edificios en tantas zonas del planeta. Cuando “inventamos” algo (y nadie duda de las buenas intenciones ni de la necesidad de innovar) se saltan esos procesos experienciales y precipitadamente se llevan a cabo nuevos sistemas como este del "alucobond" en FACHADAS VENTILADAS que gozan del respaldo (y la subvención) de la Administración, que se desentiende de exigencias claves como la SEGURIDAD: Seguridad estructural, seguridad contra incendios y seguridad de uso; las tres perfectamente recogidas en la normativa española (la Ley 38/1999 de Ordenación de la Edificación). Porque el problema no es la ley en sí, que tiene claras sus exigencias, sino el desarrollo técnico y las INTERPRETACIONES que se hacen, a veces interesadas o condicionadas.

Material polietileno.

El polietileno es un material altamente combustible, de gran velocidad de propagación de la llama, casi “deflagra” como algunos explosivos. Además, al entrar en combustión, gotea plástico líquido ardiendo y esta característica es la que hace que en un incendio en altura, no sólo se propague hacia arriba (por el efecto “chimenea”) sino que además se propaga hacia abajo por la ley de la gravedad, prendiendo en las plantas inferiores, como hemos visto en Valencia. Para más INRI, el plástico que gotea limita tanto la evacuación de los que están dentro como el acceso de los bomberos desde el exterior.

¿Y entonces, por qué se permite?

Pues porque las marcas comerciales que lo producen tienen toda la documentación en regla. El material del edificio incendiado en Valencia cuenta incluso con un D.I.T. (Documento de Idoneidad Técnica) concedido por el Ministerio de Fomento. En teoría, al estar el polietileno (combustible) recubierto de materiales resistentes a fuego (y el aluminio lo es) se ha permitido su utilización. En el presente caso del "alucobond", la clave del diagnóstico pericial y forense del incendio estará en esos 3-4 mm en los que el polietileno queda al exterior por el propio proceso de fabricación de los paneles (al cortarlos y mecanizarlos industrialmente).

Esta cuestión es tan mínima que hay “interpretaciones interesadas” de si supone riesgo o no. Las casas comerciales "quieren creer" que no hay riesgo, que es “rocambolesco” que se genere un incendio y tienen su marcado CE en regla e incluso patentados sus sistemas de soporte y anclaje de los paneles, para resistir peso, viento, durabilidad, etc, etc. Y efectivamente es raro que un incendio ocurra, pero puede llegar a ocurrir, como demuestra el caso de Valencia. Como se construyen miles de edificios, era sólo una cuestión de tiempo que en alguno de ellos se produjera el fatal desenlace.

Es un hecho que si un promotor quiere hacer su edificio con "aluconbond" no hay manera de pararlo porque el material y su sistema tienen toda su documentación en regla. Por ejemplo, si durante el control de ejecución que realiza en obra el arquitecto técnico, se le presentan todos los documentos, el sistema debe ser recepcionado.


¿Por qué un material en principio diseñado para expositores, cartelería, señales, soportes de fotografías, etc, acaba usándose en los edificios?

En los últimos años, son innumerables los locales comerciales que los han instalado en sus fachadas en la vía pública (restaurantes, librerías, supermercados, concesionarios de vehículos...) porque proporciona un acabado de aluminio atractivo que se puede obtener en una amplísima gama de colores y texturas.

Su gran aportación es que es un material ligero y barato para hacer PANELES, con los que poder fabricar las deseadas “fachadas ventiladas” que propugnan las nuevas normas de “eficiencia energética”. O sea, que en su difusión ha influido notablemente esa “religión climática” de la que, como ya ocurriera en la Edad Media, nadie puede estar en contra, so pena de ser quemado en pira pública.

¿Qué es una fachada ventilada?

El material "alucobond" no es lo único necesario para que se produzca un incendio así, con tantos daños materiales y humanos. La segunda pieza del problema es el sistema de la FACHADA VENTILADA.

Hoy para que un edificio sea moderno y ecoeficiente ha de tener una “fachada ventilada”. Una fachada ventilada es una superficie que queda colgada por delante del cerramiento exterior del edificio, separado por una cámara de unos 5 cm que va desde el zócalo del edificio hasta su coronación en la cubierta y por la que circula el aire. Es “una chimenea” para lo bueno (la eficiencia energética) y para lo malo (el incendio). De esta manera la radiación solar es absorbida por la “fachada ventilada” y el cerramiento con su aislamiento térmico queda “a la sombra”, ahorrándole del orden de los 15 - 20ºC de temperatura al edificio en verano. Es muy eficiente térmicamente y por tanto supone un gran ahorro energético, pero implica nuevos problemas que no están resueltos al 100%.

En las primeras fachadas ventiladas de los años 80 del siglo XX la superficie exterior se hacía fundamentalmente con placas de piedra de unos 3 cm de grosor y ya supuso en su día un problema técnico, pues se han dado muchos casos de caídas al vacío de placas mal ancladas o del envejecimiento de los anclajes (por oxidación). Posteriormente, se empezaron a hacer o con placas cerámicas (que al poder ser más finas (del orden de 1 cm) pesan menos y se anclan con más seguridad, o con chapas ligeras como el "alucobond". La diferencia del "alucobond" con todas las anteriores es su inflamabilidad como se ha expuesto, característica que no tienen ni la piedra ni los materiales cerámicos.

En estas condiciones de material combustible y cámara de aire, el incendio progresa por la sencilla explicación de que, una vez iniciado, cuenta con todos los elementos para una reacción de incendio: material combustible (polietileno del "alucobond") y abundante oxígeno del aire detrás de la cámara y protegido del viento (chimenea de la FACHADA VENTILADA). Por que una "fachada ventilada" es una chimenea para lo bueno (térmicamente) y para lo malo (el incendio).

Con esta carga de fuego en toda la envolvente del edificio, las temperaturas que se alcanzan son elevadas, por eso se estallan los cristales de las ventanas y el incendio entra entonces a placer al interior de las viviendas. Aunque las viviendas cumplan las normas y estén hechas con materiales resistentes a fuego, arderán las cortinas y el mobiliario, y los bomberos saben que, si la temperatura es suficientemente elevada (como en este caso) puede arder cualquier cosa, hasta el yeso del Pladur, que es el material más incombustible.

Conclusiones
  • La estructura resistente de hormigón armado ha cumplido perfectamente sus exigencias, pues se ha mantenido estable durante todo el incendio permitiendo la evacuación del edificio y el acceso de los servicios de extinción.
  • Se ha producido la evacuación de la mayoría de los ocupantes del edificio por las vías de evacuación previstas de escaleras, pasillos y salidas, gracias a su dimensionado y pese a la extrema rapidez de propagación del incendio.
  • Ni estructura, ni evacuación, ni compartimentación son el problema. Los problemas son el material y el sistema con los que estaba hecha la fachada. Aparte del foco de incendio en una terraza (no se sabe si por el uso o por un cortocircuito de un toldo motorizado).
  • La normativa no había previsto esta casuística, que resulta de las nuevas tecnologías y exigencias energéticas. Y una vez que se produjo el primer caso (Londres, 2017) las Administraciones no implementaron las modificaciones normativas necesarias y siguieron propugnando las "fachadas ventiladas".
  • Nos ha conducido a este desastre creer que la Arquitectura puede moverse a impulsos de intereses políticos (subvencionados además) y comerciales, desoyendo -como siempre- las advertencias técnicas de los profesionales expertos en seguridad, a los que además se tacha de exagerados, aguafiestas y -llegado el caso- negacionistas.
  • En todas las exigencias de los edificios -y no sólo en la seguridad de la estructura- las hipótesis deben estar bien respaldadas por la experiencia y por un estudio riguroso de casos reales. No es admisible lo que está ocurriendo con el dimensionado de la eficiencia energética donde se calcula con pseudo-programas informáticos con hipótesis sin contrastar, en base a estrategias de los países nórdicos.
  • Es sorprendente que cuando se hace un Informe de Evaluación de Edificios, la Administración sólo tenga interés por la eficiencia energética y la accesibilidad, y se limite a rellenar "una quiniela" de los asuntos de seguridad, que deberían ser los más importantes.
  • Y sí, tenemos en este momento muchos edificios con este problema, en los que puede ocurrir exactamente lo mismo que en Londres y en Valencia.

ANEXO:
Respuestas a los principales bulos difundidos por la pensa e Internet.

1. Que la estructura no ha cumplido su papel de seguridad.
No es cierto. En caso de incendio, igual que en caso de terremoto, la única exigencia para la estructura resistente es QUE SE MANTENGA EN PIE (técnicamente se denomina "estabilidad a fuego") hasta permitir la evacuación del edificio por sus ocupantes y el acceso de los servicios de bomberos durante un tiempo, que puede ser 60 minutos, 120 minutos, etc (dependiendo del uso del edificio). En este caso la estructura se ha mantenido estable hasta la completa extinción del incendio, luego el caso deberá ser estudiado por el buen comportamiento que ha tenido la ESTRUCTURA resistente.

2. Que ha sido por culpa del aislamiento térmico.
No es cierto. Y es la primera teoría que circuló tras el incendio, ampliamente difundida por la prensa. El aislamiento térmico no es la causa del incendio, sino el POLIETILENO del que están compuestos los paneles de la fachada ventilada. Y este material, de sólo 4 mm NO es el AISLAMIENTO sino que es simplemente la piel de la fachada.

3. Que la culpa la tiene el POLIESTIRENO.
No es cierto. El material combustible es el POLIETILENO de los paneles. Se escriben de forma "parecida" pero son materiales distintos. Además, en este caso el aislamiento ni siquiera era de POLIESTIRENO sino de LANA MINERAL, que es incombustible y que no ha dado problema alguno en este caso.

4. Que el edificio incumplía las normas.
No es cierto. A la fecha de la licencia y del proyecto de este edificio, ninguna norma contemplaba las fachadas ventiladas ante este riesgo. Puede afirmarse que "ha ido por delante la exigente normativa de eficiencia energética que las normas de seguridad". Se ha tratado de un cúmulo de coincidencias que no fue previsto por norma alguna hasta el CTE-DB-SI2, de enero de 2020. Y tampoco lo contempla expresamente, pero podría interpretarse que sí.

5. ¿Pueden haber influido los toldos?
Sí, en el foco del incendio. Para instalar toldos en fachada es preceptiva la licencia municipal de obras, proceso en el que ha de revisarse en via administrativa si el material del que están hechos es combustible o no lo es. ¿Nos jugamos algo a que los toldos instalados por los propietarios de las viviendas no tenían dicha licencia?. Por cierto, el coste de un toldo ignífugo multiplica por 10 el coste de un toldo normal.

6. ¿Las normas españolas de seguridad contraincendios contemplan un incendio en el exterior que se propaga hacia el interior del edificio?
La realidad es que presta más importancia sobre todo a los aspectos de: ESTABILIDAD DE LA ESTRUCTURA (que el edificio no colapse para permitir la evacuación), COMPARTIMENTACIÓN INTERIOR (que un incendio en una parte del edificio no se extienda a la totalidad del interior), y la EVACUACIÓN (salidas, puertas, pasillos... que permitan salir en condiciones de seguridad a los ocupantes). Y menos a otros aspectos como un incendio EN EL EXTERIOR. Estamos por tanto en un caso extraordinariamente raro, en el que:
  • Foco: Incendio en una terraza exterior a la envolvente del edificio (posiblemente por un cigarro, una vela, una barbacoa, césped artificial, cortocircuito..., ya se sabrá), que ha quemado un toldo (instalado seguramente sin licencia), tal y como se aprecia en las imágenes por Internet y que motivó el primer aviso a los bomberos.
  • Y por un cúmulo de coincidencias, ante una debilidad del edificio por tener paneles de "alucobond" en una fachada ventilada, que ha prendido el polietileno por los cantos de los paneles, iniciándose una reacción imposible de parar.
  • El incendio se ha extendido por toda la envolvente exterior (por el exterior) y luego, al alcanzar temperaturas extremas y romperse los cristales, ha entrado al interior por multitud de viviendas, con lo que se ha roto la compartimentación.

Cáceres, 23 de febrero de 2024
(A las 12 horas de sucedido el incendio)

José-Carlos Salcedo, arquitecto.
Estructuras de Edificación
Universidad de Extremadura


OTROS:

Fuente de las imágenes:
Las del incendio de Valencia, desconocidas, que circulan por internet inmediatamente tras el siniestro. Si alguna de ellas estuviera protegida por derechos de autor, póngase en contacto con esta web para su eliminación.
Otras: Javier Salcedo.